De Burgos a Salamanca y vuelta a empezar

Mi madre nació en Salamanca, una bella ciudad, nunca lo he puesto en duda, de calles estrechas con su taberna correspondiente (se decía, ignoro ya si es verdad, aunque es muy creíble, que era la ciudad con más bares por persona de Europa y que sólo dos calles no tenían bar), no demasiados árboles, vida y juventud circulando por sus arterias y muchas subidas y bajadas, en ocasiones sin demasiado sentido (yo he llegado a ver dos calles paralelas y una subía y otra bajaba hasta el mismo punto de partida, lo cual es físicamente absurdo).

Mi padre nació en Burgos, como yo, una ciudad llana de calles anchas, muchos árboles (se decía, ignoro ya si es verdad, aunque es muy creíble, que era la ciudad con más árboles por persona de Europa), un castillo en lo alto de una colina, un río a lo largo del cual se extiende la ciudad y la sensación de que realmente el pasado fuertemente franquista tenía su fuerza aún (recuerdo que alguien me dijo una vez que "en Burgos sólo había fachas y curas").

Yo nací en Burgos, crecí mis primeros años en un pueblo de la provincia, seguí creciendo en la capital y, cuando llegó el momento de estudiar una carrera, lo hice en Salamanca. Después volví a Burgos. Y más tarde volví a Salamanca. Realmente parece haber una especie de patrón por ahí... o por lo menos un claro signo de alguien que parece navegar en aguas seguras y en terreno conocido.

Cuando fui a estudiar a Salamanca, empecé a fijarme en su forma de hablar... y ellos en la mía. Así es como descubres cuáles son esas cosas de las que los demás se ríen y cuáles son esas que les puedes echar tú en cara. Pero, siendo justos, ya había una cosa con la que estaba familiarizado: mi madre, desde siempre, ha estado casi toda su vida en Burgos y siempre se ha quejado de un par de "defectos" (yo prefiero llamarlo "peculiaridades") de la gente de por allí, o por lo menos de la gente que la rodeaba.
El primero era el uso incorrecto del condicional, algo con lo que está maldecida gran parte de la población de la zona, pero le debía de sonar tan mal, que se aseguró de que sus hijos no soltaran ese tipo de barbaridades. Yo reconozco que alguna vez se me ha escapado, pero cuando lo hace, a mí mismo me duele. No les pasa a otros. Les pongo un ejemplo: "Si tendría dinero, me compraría una casa". En la zona, el pretérito imperfecto no gusta.
El segundo era el uso incorrecto o, más bien, como comodín, del verbo "dar", pero le debía de parecer adorable y aceptable, así que tampoco se esforzó nunca mucho por quitarnos la idea de la cabeza. "Dar la luz", "darse los botones/la cremallera", "dar fuego", etc. Yo siempre digo que es que somos gente muy generosa, nada más.

Por supuesto, también hay otra peculiaridades que la gente señala siempre que tiene oportunidad o se da cuenta. Yo, lo reconozco, padezco de estas dolencias, aunque suelo esforzarme moderadamente por paliarlas o porque no se me noten mucho: "laísmo" y "leísmo".
La primera es el que yo llamo el "error útil". "La llamé por teléfono", "la regalé un ramo de flores", etc. En estas circunstancias, por lo que yo tengo entendido, hay que usar "le", en vez de "la", pero yo siempre digo que aporta una información muy valiosa sobre el género que no siempre puede ser inferida del contexto. Pero, eh, eso soy yo inventando excusas que suenen a algo con un cierto sentido.
La segunda afección no tiene sentido ni defensa y, sin embargo, es la que más me cuesta controlar: usar "le" en vez de "lo" para objetos inanimados hace estallar en carcajadas a mis agradables familiares charros.
Después, hay una cosa que yo, personalmente, no soporto, y es el uso de "contra" en vez de "cuanto": "contra más plantas, más posibilidades habrá de que salga". El simple hecho de escribir esa frase me ha hecho retorcerme un poco...

Por supuesto, como digo, siempre que estás dispuesto a soportar risas, has de tener un arsenal propio y, bueno, en Salamanca también tienen sus defectos (peculiaridades, lo llaman). No entraré a hablar de ellas, ni siquiera porcima (XDDD), pero lo más habitual era imitar su acento, inexistente para ellos, igual que para los de Burgos ese supuesto acento (una chica de Madrid me dijo en una ocasión "¿eres de Burgos, no?, es que hablas igual que una amiga mía de allí", lo cual me dejó ciertamente alarmado). "Es que habláis como vascos/de pueblo/vasto, etc.". "Pues anda vosotros, que habláis como gitaaaanos". Un toma y daca siempre con buen espíritu de esos que celebran las diferencias más que encontrar en ellas una razón por la que separar a la gente.

Y es que esa es una de las cosas buenas de estudiar en una ciudad tan universitaria como Salamanca, que te mezclas con mucha gente de otros sitios de la geografía (menos de Salamanca, que eran los menos, había mucha gente del País Vasco, Galicia, el resto de Castilla y León, Cantabria, Asturias, La Rioja, Canarias o Extremadura, por ejemplo... del este, menos) o de otras nacionalidades incluso, y eso es muy enriquecedor. Por supuesto, eso debe ser de lo que hablan los que animan a irse de Erasmus, pero yo nunca tuve la oportunidad o las ganas para ello, ya lo he dicho arriba, a veces, voy mucho a lo seguro.

3 comentarios:

  1. Lo de las peculiaridades/barbarismos lingüísticos es un tema que da para mucho. Los que mencionas, son algunos de los que hacen que me frote los ojos, o quiera taparme los oídos, aunque reconozco que, dependiendo de la persona, puedo dejar pasar un laísmo/leísmo, casi sin dolor :P

    Es un problema que está presente en todas partes, y pasa hasta en las mejores familias. Conozco por ejemplo a muchos catalanes que al hablar en castellano dicen "la calor", porque en catalán es un sustantivo femenino, tengo también una amiga que dice cosas como "hacer un café" y "tomar una birra", ¿no usarías tú los verbos al revés?.

    Pero yo no he venido aquí a hablar de mi libro de gramática. Hay algo que no puedo evitar, siempre tengo que preguntarme las intenciones del autor, sé que tú no estás obligado a responderme y que, como has dicho en alguna ocasión, la mayoría de las veces haces escritura automática, pero que tú no tengas que contestar, no impide que yo me pregunte. A lo que voy es que, creo que tú tampoco has venido a hablar de gramática y que, tal vez, tu texto podría resumirse así:

    "De Burgos a Salamanca y vuelta a empezar. Voy mucho a lo seguro."

    Hay que ver las atribuciones que me tomo, pero es que me gusta leerte, espero no llegar a molestarte en ningún momento :)

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  2. Lo que mi amiga dice es "hacer un café" y "tomar una foto", es viernes, me confundí, y así no tiene sentido alguno :P

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  3. XD Sí, lo diría al revés, desde luego. Lo de "la calor", a parte de lo que dices, no sé si tendrá que ver con la gran colonia andaluza en Cataluña, porque ellos muchas veces dicen "la caló" :P

    Sí, como siempre, a veces escribo sin saber de qué voy a hablar y, si algo puedes sacar de mí en este texto, es lo que tú dices. Veo que no se te escapa una. No pretendía hablar de ello cuando empecé a escribir, ni de la mitad de las cosas, pero supongo que es lo que se puede sacar en claro. No me molestas, si pongo aquí cosas, lo menos que me puede molestar es que las comenten (y menos aún si las comentan como tú). ¿Voy mucho a lo seguro? ¿Soy un "cobarde vital"? A veces pienso que sí, pero últimamente me da por pensar que con el tiempo he ido envalentonándome y ahora la cosa no es igual. Creo que a veces me falta motivación pero que, si la encuentro, no hay quien me detenga.

    Un saludo y gracias por comentar, me alegro de que te guste leerme.

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