Nunca lo haré

Lo nunca dicho se disuelve en te,
como el infiel dice nunca lo haré.
Yo siempre digo que nunca lo haré. Y no soy infiel. Seguro que hay muchos infieles que no lo dicen, pero lo hacen. El caso es que nadie... el caso es que no suele haber gente que diga va a hacerlo (aunque de todo hay en el mundo). Queremos a nuestras medias naranjas. Las amamos. Pero somos humanos.

Esto puede sonar a una especie de escrito de redención, pero no lo es. O, por lo menos, no lo es para mi yo actual ni para mi yo pasado. Por el del futuro no puedo hablar, porque no le conozco, no respondo por él. Eso sí, dudo que haga nada así. Nunca haría algo así. Pero es humano, igual que lo soy yo ahora, cometiendo el error de escribir esto después de haber escuchado la canción de La Oreja de Van Gogh en la radio. Error porque suena a lo que no es. Pero soy humano y me equivoco. ¿Pone esta frase en tela juicio la honestidad de quien dice que no lo hará nunca? Supongo. No porque vaya a hacerlo, sino por asegurar las cosas que no puede.

Una vez, alguien a quien quiero mucho, me dijo que "nunca" y "siempre" son palabras muy fuertes. Y es que no sólo son las menos correctas en los tests de opción múltiple, sino también en la vida, porque uno no sabe qué demonios le va a deparar nunc... la mayoría de las veces. No, qué coño, en este caso... No, tampoco. A veces sí sabes qué te va a pasar porque las cosas no son siempre (otra vez...) tan complicadas como en las películas y en las series, donde hay necesidad de conflicto para que haya argumento y no nos aburramos. A veces, las cosas son sencillas y sabes qué va a pasar. Otras veces te lo imaginas, pero a lo largo de tu vida no estás todo el rato angustiado por no saber qué va a ocurrir al día siguiente porque, probablemente, ocurra lo de siempre. Puede que no, pero suele ser así. Sólo tú puedes hacer que pasen cosas diferentes, porque por eso eres el dueño de tu destino, pero entonces ya sabes qué va a ocurrir, no es una sorpresa. Aunque, claro, la vida está llena de sorpresas, dicen, y no creo que sea mentira, simplemente me parece que sería más cierto si matizáramos y dijéramos: la vida está salpicada de sorpresas (porque la vida es larga, si hay suerte, y no todo son sorpresas).

Yo siento que nunca haría algo así. Sí, lo he vuelto a decir, pero eso es lo que siento. Quizás no sea honesto del todo, porque no sé todo lo que va a pasar, pero sí sé que si las cosas van como tienen que ir o, más o menos sin salirse de la calzada, así será y nunca lo haré.

P.D.: Para otro día queda el debate ése de si los hombres somos infieles por naturaleza. Yo no lo creo, lo que pienso es que tenemos poca voluntad y mucho amor por el momento y, en ocasiones, desperdiciamos el asunto ese de las consecuencias a largo plazo (e incluso a medio plazo). Mmm... poco me queda por decir de ésto, así que igual otro día no hablamos de esto :P

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