Borradores

Es curioso, me pasa lo mismo en Freak´s City, cuando le das a ver qué borradores tienes por ahí perdidos y piensas que no vas a encontrar nada... pero te encuentras algo. Si escribo esto es porque me ha hecho gracia ver qué borradores tenía en este blog. Concretamente, tenía 3 posts preparados para ser publicados. Miento, tenía tres ideas de posts, están sin acabar o sin empezar, y son de hace casi 3 años. La leche. Os los enseño, que aquí no tenemos secretos (y tampoco los leería casi nadie), y a estas alturas ya no los voy a continuar:


1. Lo sé, lo dejo todo a medias, y en este caso, se ve que hasta quería seguir... pero bueno, yo soy así, todo a trozos, a ráfagas "de genialidad" :P

Me estás leyendo el pensamiento (II)

1ª Parte

Era un día cualquiera. Y cuando digo un día cualquiera, me refiero a que era un día de mierda, un día como todos, pero como todos los malos que estaba teniendo últimamente. Salía de casa para ir a comprar el pan, cuando me di cuenta de que me había olvidado el dinero en casa, por lo que subí de nuevo. En el ascensor, coincidí con una vecina.
- Hola.
- Hola.
La charla con un vecino en el ascensor era como cháchara con resorte que salía al cruzar un espacio cerrado con cualquiera, carente de todo sentido e intimidad. Pero eso estaba a punto de cambiar. Mientras subíamos, la vecina no me dijo nada en absoluto y, cuando llegamos a su piso, nos despedimos. En ese momento yo escuché algo. "Ya era hora de que llegáramos".
- ¿Perdone, qué ha dicho?
- Nada, no he dicho nada.
- Vale, vale, pensaba...
- No he dicho nada.
- De acuerdo.
Todo esto, sin dejar de sujetar la puerta del ascensor para que no sé cerrara. No lo sabía, pero esa fue la primera vez que le leía la mente a alguien.


2. Parece ser que me pareció interesante un artículo y, puesto que ya había hablado de ello otra vez (de hecho, dos), pues nada, iba a volver a repetir (sí, lo único que tenía hecho era copiar la dirección del artículo :P).

El mito de la monogamia

http://www.eduardpunset.es/blog/?p=158


3. Este post no tenía título puesto (en estos casos, suelo ponerlo al final), y veo que quería expresar algo, no sé a santo de qué o de quién, pero ahí queda ese medio, o ni medio, poema.

- Sin Título -

Se me mojan los labios de sólo pensar que voy a estar contigo
Me crepita el alma de sólo pensar que vas a ser mi abrigo
Ven, acércate, escucha lo que te digo
No puedo pasar otro día sin ser más que un amigo.

Le canto al aire mis ansias y mis deseos

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